"Al ser humano se le ha hecho lo imposible para que elija.Para que tome partido, para que acepte a priori, para que rechace a priori,para que deje de mirar,para que deje de existir, delante de una cosa que simplemente habría podido amar" Manchas en el silencio, Samuel Becket
SIEMPRE
domingo, 29 de marzo de 2009
ESPINO
En el dolor de estar vivo
el alto Espino gotea vestigios
pentagonales,veneno que
instalado en la médula
destila confusas melodías,
atropelladas impresiones.
La espera es expiación y
castigo mientras
mugidos de nacencias
ignotas instalan sus gritos
en mis oídos.
Fuerza
irracional que todo lo acoge,
hendidura mortal que aniquila,
siente mi herida apócrifa
que traspasa el pecho,
el vientre,la costilla,
aúna dolor y pensamiento
en un único frasco tamizado
de esencias y destápalo,
humo deletéreo
saborea la gracia de la vida,
espera existiendo
en carne viva.
Pepa Roble
Victor Hugo y su creación de Lucrecia Borgia
El renombrado escritor francés Víctor Hugo (1802-1885) ingresa en escena. El mayor exponente del romanticismo decimonónico, lanza su teoría de lo grotesco como opuesto a lo bello. Tras su "Hernani", pone en las tablas la exitosa Lucrèce Borgia (1833). Intentó con dos obras más pero el fracaso de la última le alejó del teatro. Sin embargo serán Les Misérables (1862) y Notre-Dame de Paris (novela «gótica», 1831) los que le llevarán a la inmortalidad.
Son bellísimas obras de arte cargadas de veneno, para que se abandone el espíritu de falsa inocencia con que se contempla el arte.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario