SIEMPRE

domingo, 31 de octubre de 2010

¡MALDITO DUENDECILLO!



Cuando vuelvo a casa intento recordar que era lo que anoche tenía que olvidar y el duendecillo que de vez en cuando me despierta y asusta con un toque de trompeta, me recuerda que era lo que quería olvidar, pero, ufss, luego vuelvo a perderlo en el marasmo de recuerdos de la trastienda de mi cerebro, allí encajonado y bajo llave. Aunque el duendecillo tiene la llave y, en ocasiones, escucho un gong, es el duendecillo, que vuelve a recordarme mis delitos y faltas…y olvido… y vuelta a empezar. Creo que voy a despedir al duendecillo.