SIEMPRE

sábado, 29 de agosto de 2009

THESE BOOTS AREN'T MADE FOR WALKING




PEPA ROBLE, Óleo sobre lienzo,65x90

viernes, 28 de agosto de 2009

El muchacho que escribía poesía

"El contenido de las cartas era trivial. Empezaban con una crítica del
poema que el otro había enviado en la última carta, a la que seguía
una palabrería inacabable en la que cada cual hablaba de la música que
había escuchado, los episodios diarios de su familia, las impresiones
de las muchachas que le habían parecido bellas, los libros que había
leído, las experiencias poéticas en las que una palabra revelaba
mundos, y así sucesivamente. Ni el joven de veinte años ni el muchacho
de quince se cansaban de este hábito.

Pero el muchacho reconocía en las cartas de R una pálida melancolía,
la sombra de un ligero malestar que sabía que no estaba nunca presente
en las suyas. Un recelo ante la realidad, una ansiedad de algo a lo
que pronto tendría que enfrentarse, le daban a las cartas de R un
cierto espíritu de soledad y de dolor. El tranquilo muchacho percibía
este espíritu como una sombra sin importancia que nunca caería sobre
él. "

"El muchacho estaba cautivado por la ilusión que confunde al arte con
el artista, la ilusión que proyectan en el artista las muchachas
ingenuas y consentidas. No le interesaba el análisis y el estudio de
ese ser que era él mismo, en quien siempre soñaba. Pertenecía al mundo
de la metáfora, al interminable calidoscopio en el que la desnudez de
una muchacha se convertía en una flor artificial. Quien hace cosas
bellas no puede ser feo. Era un pensamiento tercamente enraizado en su
cerebro, pero inexplicablemente no se hacía nunca la pregunta más
importante: ¿Era necesario que alguien bello hiciera cosas bellas?

¿Necesario? El muchacho se hubiera reído de la palabra. Sus poemas no
nacían de la necesidad. Le venían naturalmente; aunque tratara de
negarlos, los poemas mismos movían su mano y lo obligaban a escribir.
La necesidad implicaba una carencia, algo que no podía concebir en sí
mismo. Reducía, en primer lugar, las fuentes de su poesía a la palabra
"genio", y no podía creer que hubiera en él una carencia de la que no
fuera consciente. Y aunque lo fuera, prefería llamarlo "genio" y no
carencia. "

Yukio Mishima

martes, 25 de agosto de 2009

viernes, 7 de agosto de 2009

REYES Y FARAONES

Todos los días salía de casa subiéndose sus imaginarias solapas de espía, un cigarrillo colgado del labio y la mirada esquinada de astucia. Deteniéndose en los escaparates y simulando curiosidades imprevistas, angulando reojos, hurtando el perfil, burlando persecuciones y salvando emboscadas, vencía sin novedad la primera etapa del trayecto. A partir de allí, le esperaba otra suerte de peligros. Si aguardaba la luz verde para cruzar una calle y se ponía a su altura una mujer con alguna prenda negra, perdía una baza de semáforo. Si azul, ganaba el derecho a acelerar el paso durante un minuto. Si alcanzaba a un transeúnte ciego o cojo, no podía adelantarlo mientras no lo liberase algún hombre con un peso a la espalda. Quedaba cautivo de una plaza si la estaban regando o había un niño con un gorro, y no podía franquearla hasta que cruzase un perro o levantase el vuelo una paloma. Pero si el perro se paraba a hacer una necesidad, también él debía pararse y contener la respiración, pues en caso contrario las reglas del juego lo obligaban a retroceder hasta encontrar una monja o cualquier otra persona de uniforme. Por momentos la vida le parecía apasionante.

Juegos de la edad tardía, Luis Landero.

viernes, 31 de julio de 2009

CORREDERA BAJA

Símbolo cultural, el teatro Lara




El mundo entero es una escenario. Y todo lo demás es … vodevil

Actores unas veces
espectadores siempre
y sin porque y sin saber
la vida quita y da papel.

jueves, 30 de julio de 2009

PLAZA DE LA PAJA




La plaza de la Paja recibe su nombre de la costumbre que había allá por el siglo XV y siguientes de vender la paja que se daba al capellán y cabildo de la capilla del Obispo para mantenimiento de la mula que los citados capellanes utilizaban para pasear. Sin embargo, su verdadera importancia es anterior a estas fechas pues en el siglo XIII era el lugar de mercado y centro de la villa, hasta que Juan II mandó construir la Plaza del Arrabal, que luego se transformó en la Plaza Mayor. La plaza de la Paja esta coronada, actualmente, por la Capilla del Obispo que fue ideada para albergar el cuerpo de San Isidro aunque al final no se utilizó para tal fin. En los alrededores de esta plaza existían numerosos palacios ( Palacio de los Lasso de Castilla, Palacio de los marqueses de la Romana...) que con el tiempo fueron siendo abandonados. Durante el siglo XIX se sustituyeron por edificios de viviendas para las clases populares con la finalidad de obtener rentas, forma de inversión de las clases mas acomodadas. Hoy en día sólo queda el antiguo palacio de los Vargas cuya fachada mantiene un marcado carácter historicista como prolongación la Capilla del Obispo.

ucm.es

domingo, 12 de julio de 2009

SAL, PAN MALO

La Sal mala para Ulceras

Las personas que consumen sal en exceso corren el peligro de sufrir un agravamiento de sus úlceras gástricas, reveló hoy un estudio.

Según Hanann Gancz, de la Universidad de Ciencias de la Salud de Maryland, las altas concentraciones de sal en el estómago parecen inducir la actividad de la bacteria “Helicobacter pylori” que causa las úlceras.

Esa actividad las hace más virulentas y aumenta la probabilidad de que el problema gástrico se agudice, agregó.

“Aparentemente el patógeno estomacal H.Pylori observa la dieta de las personas que infecta. Existe una vinculación entre la bacteria y la composición de la dieta humana. Esto es especialmente cierto en las dietas ricas en sal”, señaló.
La bacteria puede vivir en el ambiente acídico del estómago y en el duodeno y se le considera la causa principal de las úlceras gástricas.

La infección provoca gastritis y las personas afectadas corren mayor peligro de desarrollar cáncer gástrico, según el informe.

En Estados Unidos la infección ha sido detectada en mayor medida entre personas de bajos ingresos y adultos mayores.

Sin embargo, la mayor parte no muestra síntomas y solo un pequeño porcentaje desarrolla la enfermedad.

viernes, 10 de julio de 2009

LO MÁS PROFUNDO ES LA PIEL

El cuerpo es, como mantiene la psicoanalista Ana Gordaliza, “un organismo atravesado por el lenguaje” y – yo añadiría – comandado por una mirada que vigila y se autovigila pues, como dice Foucault, ha interiorizado todos los mecanismos de control y represión. Para que un sujeto sostenga un discurso propio debe escuchar sus propias palabras, y ésta es la condición básica para “sostener” su cuerpo. Si cada experiencia vivida – desamparo, dolor, felicidad, serenidad, humillación – deja huellas en el psiquismo y estas huellas se reviven una y otra vez a través del encuentro con el otro, este encuentro, que construye nuestra subjetividad en nuestros cuerpos, deja a su vez marcas, huellas, en el cuerpo; un cuerpo afectado por la demanda y el deseo, por las palabras. Pero las palabras, el lenguaje, por sí solos, “descorporizados”, sin transitar por el cuerpo, sin impregnarlo y sin impregnarse de él, nunca son suficientes. En el poema de Adrienne Rich “Our Whole Life” (“Toda nuestra vida”), el inarticulado sufrimiento corporal es la única manera de comunicar la magnitud insoportable del dolor, del estrago:

“Intentar decirle al médico dónde duele

como el argelino

que ha caminado desde su pueblo, ardiendo

su cuerpo entero una nube de dolor

y no hay palabras para esto

excepto él mismo”

“Lo más profundo es la piel”, dijo agudamente Paul Valéry, expresando una hermosa paradoja. Una piel, a través de la que podemos establecer relaciones que pueden conmocionarnos, y que, como matiza Adrienne Rich, está “viva de señales. Nuestra vida y nuestra muerte son inseparables de la liberación o del bloqueo de nuestros cuerpos pensantes”. No olvidarnos nunca del cuerpo - una entidad física que se traslada de geografía, que nos hace entrar en contacto por impregnación con otros, que cambia de tacto o de olor, que envejece, palpita, goza, o suda en el acto sexual -, con todas las implicaciones que esto conlleva, debería ser un imperativo en nuestras vidas. Cualquier otra idea sublimatoria con que concluyamos una experiencia que se ha encarnado en nosotros es simplemente una renuncia a la vida.


(Marisol Sánchez. Fragmento de la comunicación presentada el 8 de julio de 2009 en el curso “Contar con el cuerpo: construcciones de la identidad femenina” en los cursos de verano de la UCM en El Escorial.)

martes, 2 de junio de 2009

LAGO AZUL BRUMOSO

"Toda mi infancia es pueblo, pastores, campos, cielo, soledad. Sencillez en suma.Yo me sorprendo mucho cuando creen que esas cosas que hay en mis obras son atrevimientos míos, audacias de poeta.No.Son detalles auténticos, que a mucha gente le parecen raros porque es raro también acercarse a la vida con esta aptitud tan simple y tan poco práctica: ver y oír[...]Yo tengo un gran archivo en los recuerdos de mi niñez de oír hablar a la gente. Es la memoria poética y a ella me atengo.

" Las emociones de mi infancia están en mí. Yo no he salido de ellas- Contar mi vida sería hablar de lo que soy, y la vida de uno es el relato de lo que se fue. Los recuerdos, hasta los de mi más alejada infancia, son en mí un apasionado tiempo presente [...] Amo la tierra. Me siento ligado a ella en todas mis emociones. Mis más lejanos recuerdos tienen sabor a tierra. La Tierra, el campo, han hecho grandes cosas en mi vida. Los bichos de la tierra, los animales, las gentes campesinas tienen sugestiones que llegan a muy pocos. Yo las capto ahora con el mismo espíritu de mis años infantiles..."

Federico García Lorca

viernes, 29 de mayo de 2009

VUELTA DE GRANDECOURT




A UN RETRATO DE SU DAMA

Tan vivo está el retrato y la belleza.
que amor tiene en el mundo por escudo.
que con mirarse tan cerca, dudo
cuál de los dos formó naturaleza

Teniéndole por Filis, con presteza,
mi alma se apartó del cuerpo rudo;
y viendo que era su retrato mudo,
en mí volví corrido con tristeza.

En el llevar tras sí mi fe y deseo,
es Filis viva, pues su ser incluye,
con cuyo disfavor siempre peleo

mas su rigor aquesto lo destruye;
y que no es Filis al momento creo,
pues que de mí mirándome, no huye.

domingo, 10 de mayo de 2009

SE PUEDE SER DE PUEBLO PERO NO UN PALETO



La figura del “carismático, pendenciero y vividor” dominicano Porfirio Rubirosa es rescatada por el escritor Jaime Royo-Villanova en “El último playboy”, una biografía novelada que repasa sus vivencias en el París de los años 20 y sus amores con actrices como Ava Gardner o Verónica Lake.

Buscavidas en las callejuelas de Santo Domingo y París, Porfirio Rubirosa llegó a situarse en lo más alto de la “jet set” internacional gracias a sus dotes de seductor.

Porque, como explicó el escritor, pese a que “se amó a sí mismo por encima de todo”, consideraba la amistad como algo sagrado y siempre se mostró tal cual era, sin engañar a nadie.

“Aunque fue un canalla, siempre trató a las mujeres como si fueran las únicas del mundo“, afirmó Royo-Villanova, para añadir que una muestra de su “carisma y modales” es que “ninguna de las mujeres con las que tuvo relación habló jamás mal de él”.

Amante de Ava Gardner, Jane Mansfield o Verónica Lake, y casado en cinco ocasiones, Rubirosa concebía el amor como “una cuestión de instantes” y el sexo, como una competición, en la que su disfrute se basaba en cuanto hiciera gozar a la mujer, indicó el autor.

Sobre Rubirosa se han dicho muchas cosas pero quizá lo que más nos acerque a su personalidad son las palabras que le dijo a un amigo: “Si tú quieres entablar una conversación con una joven que te agrade, especialmente en la calle, sólo tienes que acercártele y decirle ‘Por favor ¿podría usted decirme donde queda la acera de enfrente?’, cosa que ella va a encontrar muy extraña y pensará que usted busca un motivo tonto y hasta jocoso para conocerla. De ahí puede surgir una conversación que podría convertirse en una amistad o quién sabe hasta en un romance”.

“¿Qué será, será lo que Porfirio tendrá?”.Historia Patria Dominicana.

No sé lo que tendría Rubirosa, personaje de una personalidad arrolladora, carismático, pero una cosa sí está clara, Rubirosa era un Playboy pero desde luego no era UN PALETO.

PEPA Roble

sábado, 9 de mayo de 2009

Volverse loco a lo Martín Romaña. Parte I

Homenaje a Kiko y a su locura jocosa que nos legó tantas tardes de risa a lo loco inspirado por Salvador Pániker.


En el fondo, y quizá también en la superficie, me gusta Salvador Pániker. Creo ser yo él o simplemente tener la misma bioquímica. Y creo que esto no es tan fácil. Puede que todos la tengamos, pero solo nos damos cuenta de ello cuando sabemos escuchar y sabemos dejarnos fluir, seguro que anbas cosas. Más que nada, olvidarnos del propio yo y abstraernos a lo que nos rodea y nos habla de alguna manera. Todos hablamos cuando callamos y nos movemos cuando estamos quietos, olemos cuando nos aseamos y nos rozamos con las miradas , aunque a veces huyamos. Quiero más a todos quienes yo quería y los respeto más. Me duele que me odien o que me malinterpreten. La duda cuanto más grande, más ilumina, se dice en el zen, quién no duda no vive ni crece. Creo en eso, aunque deba educarme para aceptarme, entenderme...


Leopoldo Modeano dixit

MURO CHINO



Momentos Fugaces

Son momentos fugaces como una
leve chispa,
en el coche se escucha la lluvia
que cae.
Momentos,instantes de recuerdos
futuros, van marcando mi vía;
parabrisas subiendo y bajando
a toda velocidad,
los cristales mojados, realidades borrosas,
equilibrios difíciles como arte de un
prestidigitador de esencias,
olores profundos,
las balizas al borde del camino,
y el destino es lejano, desmembrado.
Sería más fácil
conociendo los senderos, atajos
que alcancen la intención primitiva.
Momento fugaces marcan
esta senda, camino tortuoso
que espera ser tramsitado,
pero...¡sería tan fácil
si yo lo supiera¡
¡tan fácil con una mínima
certeza¡
que parece imposible encontrar
la salida de este laberinto que forma
esta imagen oculta y furtiva.

PEPA Roble

martes, 5 de mayo de 2009

Puedo prometer y ... ¿Prometo?



Después de todo -pero después de todo-
sólo se trata de acostarse juntos,
se trata de la carne,
de los cuerpos desnudos,
lámpara de la muerte en el mundo.

Gloria degollada, sobreviviente
del tiempo sordomudo,
mezquina paga de los que mueren juntos.

A la miseria del placer, eternidad,
condenaste la búsqueda, al injusto
fracaso encadenaste sed,
clavaste el corazón a un muro.

Se trata de mi cuerpo al que bendigo,
contra el que lucho,
el que ha de darme todo
en un silencio robusto
y el que se muere y mata a menudo.

Soledad, márcame con tu pie desnudo,
aprieta mi corazón como las uvas
y lléname la boca con su licor maduro.

JAIME SABINES

viernes, 1 de mayo de 2009

LA GORGONA


LA MADRE CASTRADORA: PSICOSIS

De un tiempo a esta parte, algunas teorías cinematográficas se han centrado en analizar la representación fílmica de las relaciones entre madre e hijo. Si bien, en los melodramas las relaciones son casi siempre entre madre e hija; en el género de terror lo que se explora es el vínculo entre madre e hijo, en el que la madre se presenta como un objeto que produce fobia y aversión. Esta monstruosa madre es central en las películas y su perversidad está casi siempre motivada por un comportamiento posesivo y dominante. Buen ejemplo de ello sería la madre de Norman Bates dueño del Motel más conocido de la historia del cine.

Norman Bates regenta un motel y vive en una tenebrosa casa acompañado por el cadáver (los huesos) de su madre. Psicótico perdido, en ocasiones adopta la personalidad de la madre muerta para autocastigarse, modifica su voz e incluso se viste con sus ropas. Con este personaje Anthony Perkins personificó la imagen criminal más famosa de la historia del cine: con silueta de mujer asestaba montones de puñaladas a una mujer en la ducha.

Pero es que el personaje de Norman Bates fue creado a imagen y semejanza de un verdadero asesino: Ed Gein. Gein era un asesino necrófilo y caníbal que ha pasado a ocupar un puesto privilegiado en la lista de los más siniestros asesinos por haber matado y haberse comido a cuatro mujeres entre 1954 y 1957. Gein estaba trastornado porque le perseguía el recuerdo de una madre tremendamente posesiva. En sus períodos de crisis se dedicaba a desenterrar cuerpos de los cementerios de Plainfield (Wisconsin) para quitarles la piel y confeccionarse máscaras y vestidos de piel humana.

Volviendo a la película que nos ocupa, recordaremos que Psicosis (Psycho, 1960) narra la historia de un psicópata con personalidad múltiple que conserva disecado el cadáver de su madre. Norman Bates es un hombre feo, solitario, enfermizo, con una fuerte carga emocional, producto de su atormentada infancia al lado de una madre neurótica por el abandono de su marido, que en represalia a su odio contra los hombres, descarga en su hijo sus múltiples insatisfacciones hasta el grado de no dejarlo desarrollar su propia vida, manteniéndolo siempre "pegado a sus faldas".

En consecuencia, cuando Norman se hace adulto, se vuelve un hombre alienado y por ello, comete un gran número de asesinatos. ¿Pero cómo ha llegado a ese terrible estado? ¿Puede una madre odiar tanto a su hijo como para desear destruir su vida?

La historia que inventó Robert Bloch (1917-1994), presenta como punto de partida a una mujer abandonada por su marido y con un hijo pequeño, al cual tiene que sacar adelante sola. Este complejo de abandono se manifiesta por un sentimiento de distanciamiento o agresividad contra los demás para ponerlos a prueba (para confirmar que no se le abandone de nuevo), e intenta justificar la propia angustia traspasando la culpa a los otros. No extraña que Norma Bates genere un odio irracional hacia los hombres, transmitiendo sus neurosis a su hijo al someterlo a una relación de dominación total. De hecho, impide su crecimiento mental al martirizarlo con sentimientos de culpa, pues para lograr esta sumisión, lo ha educado en la creencia de que si algún día llega a abandonarla por otra mujer -al igual que lo hizo su padre-, algo terrible sucederá.

Al no poder soportar el dolor y su carga de remordimientos, se opera en Norman el desdoble de su personalidad. Si bien desde antes ya se prefiguraba la existencia de dos personalidades -la del adulto con motivaciones sexuales y la del niño que reprime esos impulsos-, ante la muerte de Norma, surge una tercera personalidad: la de la propia madre; es decir, Norman se convierte en su madre, a quien desea mantener viva por medio de sus sentimientos de culpa. A partir de este punto, la mente de Norman Bates se desquicia por completo, y a sus perversiones se une el afán por la necrofilia y el voyeurismo. Norman no puede destruir las relaciones de dependencia con su madre. Por consiguiente, la mantiene viva en un espeluznante acto fetichista: para conservarla la diseca y la sienta en una butaca -como si continuara viva-, con lo que consigue mantenerse sometido a la imagen de una madre posesiva que ya no existe, pero que continúa atormentando su vida.

Las manías de Norman Bates siguen creciendo durante los años que vive solo con el cadáver disecado de su madre. Su sexualidad reprimida sólo es satisfecha por medio del voyeurismo. Con la finalidad de espiar, realiza un agujero en la pared de su oficina que da a la habitación contigua en la que aloja a los señoritas que paran en su motel. Cuando Marion Crane llega al motel, Norman simula titubear ante el manojo de llaves para decidirse, finalmente, por la habitación número 1. Después de la cena con la muchacha, Norman se siente interesado y excitado, por lo que la observa mientras se desnuda para tomar un baño y es entonces, cuando convergen las múltiples personalidades de Norman: como hombre se siente excitado ante el cuerpo desnudo de la muchacha, pero como niño sabe que es pecado, y echa la culpa a la perversa fémina, que lo ha tentado con su cuerpo. Por ello, debe ser destruida. Sin embargo, este ser infantil es demasiado débil como para cometer un asesinato, y debe ser, por consiguiente, la madre quien lo libre de los terribles males, acabando con la mujer que lo ha perturbado.

lagorgona.es

domingo, 26 de abril de 2009

TEOLOGÍA

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RITMO TEOLÓGICO

Tras de un amoroso lance,
y no de esperanza falto,
volé tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.

1. Para que yo alcance diese
a aqueste lance divino,
tanto volar me convino
que de vista me perdiese;
y, con todo, en este trance
en el vuelo quedé falto;
mas el amor fue tan alto,
que le di a la caza alcance.

2. Cuanto más alto subía
deslumbróseme la vista,
y la más fuerte conquista
en oscuro se hacía;
mas, por ser de amor el lance
di un ciego y oscuro salto,
y fui tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.

3. Cuanto más alto llegaba
de este lance tan subido,
tanto más bajo y rendido
y abatido me hallaba;
dije: ¡No habrá quien alcance!
y abatíme tanto, tanto,
que fui tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.

4. Por una extraña manera
mil vuelos pasé de un vuelo,
porque esperanza del cielo
tanto alcanza cuanto espera;
esperé solo este lance,
y en esperar no fui falto,
pues fui tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.

San Juan de la Cruz

sábado, 18 de abril de 2009

De la categoría de los dolores IV

haemorrohis-idis/ haemorreheumacon

Y con referencia al valor erógeno del tracto anal [...] no puede tomarse a risa la influencia de las hemorroides, a las que la vieja medicina concedía tanto peso para la explicación de los estados neuróticos" (Freud ).

Por si fuera poco para el doliente y marginado (cada vez menos ¡gracias hemoal!) sufridor de hemorroides el estado lacerante en el que se encuentra casi siempre mientras sonríe al estimado público, escondiendo su vergonzosa condición de enfermo hemorroidal, resulta que el origen de ese dolor indescriptible que hace que tomes conciencia dolorosa y perenne de una d parte de tu cuerpo a la que nunca ves, es un origen moral. ¡Padecedores hemorroidales del mundo, dejad de guardaros todos vuestros secretos! ¡¡Abrid las compuertas a un estilo completamente lenguaraz! Vuestra introversión y un mal curado complejo narcisista infantil os provocan un vulgar dolor de culo. Hablad y hablad y cagad en todo momento y en cualquier lugar. Perdonad mi estilo soez, pero no debo reprimir nada si quiero que esa terrible muestra de timidez en mi trasero no se reproduzca.

Comencé esta inestimable colección de dolores con uno al que califiqué de poco glamuroso. Palabras me faltan para clasificar a este que hoy me ocupa, la escatología ha estado siempre reñida con el glamour. Y, sin embargo, el origen más profundo de esta dolencia oscura tiene la delicadeza de un dolor de cabeza. Traumas, miedos, sensibilidad extrema, añoranza constante de lo bello y lo bonito, temor a un futuro sórdido…Es la belleza del recuerdo imperdurable la que quiere retener el enfermo hemorroidal como un artista, como Wilde, que encontraba sentido en lo bello y un sinsentido en lo útil. Lo útil desdeña lo bello y se enferma, entonces surgen las hemorroides. ¡Qué bella enfermedad, producida por la derrota de la sublime belleza ante el feo y burgués materialismo!

Amigos y hermanos de enfermedad, sonreíd porque nuestra enfermedad es la última enfermedad romántica en un mundo ya privado de romanticismo. Dejad paso, tuberculosos, vuestro mundo feneció. La nueva era requiere de nuevas manifestaciones románticas que sean capaces de lidiar con este mundo de asfalto. ¡Ay, si Margarita Gautier levantara la cabeza miraría hacia su espalda!



viernes, 17 de abril de 2009

HIT THE ROAD, JACK




¿Cuánto dura una tormenta?
Dura el instante de un beso,
la eternidad de una muerte,
la inexactitud de una vida,
el segundo de un rayo,
los cien años de un siglo,
o la futilidad de un resplandor.
El tiempo siempre nos engaña,
codiciosos cuerpos,
siempre en busca de luz y calor.

PEPA Roble

miércoles, 15 de abril de 2009

Desnudita y con arnés

Primero las medias rojas, no hay que despojarse antes de la ropa, quizá en otra ocasión. El tacón hace tiempo me lo quité, no lo requería el papel. No tengo miedo de despeinarme al quitarme la ropa porque hay que volver al estado selvático original y desnudarse frágil para encontrar en la propia desnudez la fuerza animal que nos impulse a plantarle cara a un mundo excesivamente vestido. Es una mudanza, un cambio de piel exterior que aparentemente desgarra al quitarla. Hay que dejar paso a nuevas máscaras, a nuevos ropajes que escondan la verdad, una verdad ya sin miedo pasada por el tamiz de unos cuantos golpes que la curtan. Caminaré unas cuantas manzanas dejándome ver plena en mi desnudez, sintiéndome desmayar, pero levantado la vista hacia el horizonte. Permaneceré desnuda hasta que no sienta los escarnios del tiempo y de las miradas, hasta que los ojos miren mi piel desnuda como a la salvaje piel de un toro. Volveré a casa a calzarme mis medias rojas y en estado de plenitud, esperaré a que el destino me ofrezca una nueva máscara. No bailaré con velos como Salomé, seré Bautista en su mirar estático, en su estado contemplativo, pero no doliente y por siempre se venerará mi sangre derramada. Saldré de escena discretamente para preparar mi regreso a las tablas entre un frenesí de aplausos. Bautista transmutado en Lilith serpiente mudará su piel y volverá a comer del árbol de las tentaciones con fruición y sin temor.
Quizá sólo me deje el sombrero….

lunes, 13 de abril de 2009

SALOMÉ






Beardsley

ARA VOTIVA

Como Ara votiva podría
clavarme en tu cruz
profanar el cuerpo y
dar de comer a los perros
podría ofrecer mi sangre
como prebenda y repudiar
lisonjas,
podría serpentear socarrando
el vientre, desollando el útero
gemir, aullar, y después escupir
berridos heridos de fiera salvaje,
podría, yo sé que podría abrir
el directorio matriz y arrancar
tu imagen,
sobre bandeja de plata estampar
mi ira envuelta en harapos
y lentamente dejarme
consumir por el viento
en perpetua contrición.

Sino que , ¿ acaso vales tú esta paganía ?
¿ acaso mereces tal aflicción ?
¿ acaso lo vales, acemilero ?

PEPA Roble

viernes, 3 de abril de 2009

El amor es elástico

Mi jebecito constante también se estira y se arruga y a veces me hace llorar a mares, pero es un mar seco, sin agua, sin lágrimas, que no consigue salirse por mis poros para derramarse e inundar todo, hasta a mi jebecito constante y estiradísimo. Cuando se encoge lloro más y el sol reseca lo que por sí ya es materia de mojama. Echo de menos el principio de la película, donde el jebecito estaba siempre estiradísimo y era yo quien encogía y estiraba según la fuerza del viento. Echo de menos la brusca interrupción cuando echaba a volar el jebecito y yo encogía hasta desaparecer. Y todo ello por no querer ver tan pronto el the end, el final feliz. ¿Qué hacer con un happy the end en la mitad de la película de tu vida? La vida de culebrón debe ser pródiga en aventuras y obstáculos, deben aparecer multitud de jebecitos o el mismo jebecito cercano y lejano al mismo tiempo. Nunca se sabe hasta qué punto estirará lo elástico, cuándo se romperá y dejará paso a otra Octavia de Cádiz. Ahora toca un tiempo paralizado, una elipsis en la película, no se puede tener al espectador horas, días, años esperando que el mar desborde, viendo estirar y encogerse el mismo jebecito constante. Elipsis para llegar al clímax y vuelta a empezar porque quizá sea todavía pronto para el happy the end. Cuando deje de variar de peso y forma y consiga que el mar sea lago en calma, estaré preparada para la música final y los créditos de la película. Mientras tanto esperaré a que el jebecito desaparezca.

jueves, 2 de abril de 2009

VIERNES DE DOLORES



Te busqué en los jardines de olivos
entre las calles de sándalo y especias,
en las paredes encaladas.
Dibujaba tu figura sin conocerte
sin saberte, ni mirarte
y entonces no comprendía,
me conformaba con el hechizo
de lo desconocido, recreando
sabores y olores,
el color de tu tacto.
Mas el frío y la dureza nunca
habían traspasado el umbral
de la escena, ahora instaladas
en la alcoba de lo cotidiano
qué lejos quedan aquellas quimeras.

PEPA Roble