Las chicas que viajan a los confines del oeste son más duras,están curtidas por los caminos polvorosos y por las rapiñas de los cuatreros.
Las chicas que van al oeste no vacilan, no tiemblan si han de atacar, una chica en el oeste siempre tiene la cartuchera llena y las armas a punto.
Nada arredra a las chicas del oeste. Cuando el fin del mundo es tan cercano los temores se desvanecen, el horizonte lejano llena las retinas de las chicas del oeste, que se expanden y hacen suyo el nuevo territorio.
Las chicas del oeste domestican a las jóvenes aves carroñeras y mantienen a raya a las engreídas águilas.
El espíritu de las chicas del oeste se conserva puro, intacto, no lo han horadado los años de diligencias, de caminos, de asaltos y de sobresaltos.
John Wayne siempre necesitó a una chica en el oeste y su verdadera historia aún no escrita es que esa mujer conquistó la tierra, esa mujer acabó con la violencia, esa mujer dio lumbre a su cigarrillo con una cerilla encendida en la planta de su bota y esa mujer le dijo a John Wayne: ¡adiós muñeco! mientras partía sin derramar una lágrima más allá todavía hacia el oeste, más allá hacia el horizonte, adiós muñeco!
"Al ser humano se le ha hecho lo imposible para que elija.Para que tome partido, para que acepte a priori, para que rechace a priori,para que deje de mirar,para que deje de existir, delante de una cosa que simplemente habría podido amar" Manchas en el silencio, Samuel Becket
SIEMPRE
lunes, 22 de septiembre de 2008
Pet Shop Boys West End Girls
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