SIEMPRE

domingo, 22 de noviembre de 2009

HUMILDAD, SABER PEDIR UN FAVOR

Dentro de las habilidades sociales, de lo que llamaríamos inteligencia emocional se encuentra la capacidad para poder pedir un favor.

Las personas que están exentas de esta capacidad no es que sean autosuficientes en todas sus gestiones sino que presentan un incacipacitación social básica para la relación con el Otro. Cuando alguien pide un favor es porque es consciente de una falta y porque ha reconocido en el Otro la posibilidad de subsanarla. Por eso en el intercambio de favores quedan ambos actuantes, el que pide y el que dona, satisfechos plenamente, uno como agradecimiento a una actitud desinteresada, recordemos el favor implica altruismo, desinterés para ser un auténtico favor; y el otro queda pleno por el reconocimiento que se ha hecho de su persona, ya sea a nivel personal o a nivel profesional.

Hay que recordar que en esta incapacidad para pedir un favor subyace un grave problema de base que es un orgullo desmesurado bien sea por un carácter narcisista o bien sea porque es un individuo de estructura obsesiva incapaz de aceptar la falta y por lo tanto incapaz de soportar el deseo, aunque ese deseo sea esencia intrínseca de la vida y de la felicidad. Este cercenar la falta les obliga a no reconocer el deseo y por tanto a no pedir un favor y también como consecuencia de ello a no dar las gracias cuando se les ha ayudado.

Quien no sabe dar no sabe recibir.
Quien no pide no dona.
Quien no soporta la falta niega su deseo.
Quien no sabe reconocer su deseo se comporta como un ser alienado.
Quien se comporta como un ser alienado se percibe atrapado y sin salida.
Quien se encuentra atrapado y sin salida generará un mundo paralelo donde satisfacer sus goces, placeres triste del autoerotismo.
Quien construye un mundo aparte se encontrará en SOLARIS(Stanislaw Lem) donde no sabe muy bien si vive, si sueña o si muere.



Sólo el olvido es sagrado... Y para poner una nota humor y uniendo lo sagrado con lo profano para todas estas personas ,dignas de lástima ciertamente, pondré como si de un conjuro se tratase una oración al Arcangel San Miguel para pedir favores, sin que nadie se sienta ofendido dentro de su credo :r

"Glorísimo San Miguel excelso Ángel que gozas de la plenitud y de la visión de Dios, acuérdate de que bno se ha oído decir que no alcance tu favor quien a ti se acerca en sus tribulaciones. Confío en ti, espero en ti y te pido que seas mi intérprete para con Dios nuestro señor a fin de obtner esta gracia que con toda mi alma te pido. Amén."

PEPA Roble

2 comentarios:

Buenos dias con Poesía dijo...

Me gusta mucho tu análisis y por eso te voy a pedir un favor.

Por azares de la vida ahora he entrado en política y sin querer he entrado en ese juego maligno. Me gustaría que de forma externa y ajena leyera mi entrada si tiene tiempo y me diera su sincera opinión.

Lo estoy pasando mal.

Anónimo dijo...

Saber pedir un favor; saber pedir perdón; saber lamentar un hecho injusto; saber pelear por no perder a quien vale la pena; saber sostener la mirada del otro sin huidas rastreras, sin cercenarlo, sin cosificarlo, dignificándolo, honrándolo, tratándolo como una persona.
"No hay palabras para este dolor / excepto él mismo" dice la poeta.
Recortar lo sucedido - como si nunca hubiera pasado - sólo da muestra de una terrible confusión mental y de una terrible derrota vital. Algún día te contaré una historia interesante.
Good night!