SIEMPRE

lunes, 25 de agosto de 2008

La Casa Azul - Superguay

Hace un mes que lucho enconadamente con o contra un libro, "Lo que sé de los vámpiros" de Francsco Casavella y de momento me va ganando con ventaja.Sin embargo no soy buena perdedora y no me rindo aunque tenga que recurrir a las malas artes. ¿Alguien me puede explicar este libro? No me refiero al endeble argumento que sigo sin problema. Estoy pensando en la artficiosidad que palpita en todo el libro.Nunca hasta ahora un libro me había despertado odios tan enconados como para pensar en quemarlo cuando lo termine. Quizá solo sea yo quien ve una tremenda manipulación del autor que coloca a su personaje, tan falto de fondo según mi criterio, en los lugares y situaciones más dispares , simplemente para hacer gala de us conocimientos, de su erudicción. La hinchazón retórica es tal que hay días que debo tomar bicarbonato contra el empacho. Y lo peor es que no encuentro justificación para esas florituras lingüísticas y esa erudicción histórica. Todo me suena hueco, fuegos artificiales que dibujan las figuras más complicadas y se desvanecen en el aire dejando solo un rastro de pólvora. Busco una señal, seguro que hay algo que no alcanzo. Necesito una señal para dejar de creer que nos está tomando el pelo este señor. Imagino al autor doblado de la risa con su talonario del Premio nadal. Nunca antes había sido tan fácil ganar de farol. Como digo, esto es un llamamiento, un sos. quizá yo sea demasiado limitada como para llegar a alcanzar tamañas cumbres literarias. ¡Que alguien me ayude, por Dios!
Y para compensar tanta profundidad,tanto pantano farragoso literario, ahí os dejo una canción frívola, naif, sin pretensiones.
¡Qué arrebatadora es en ocasiones la sencillez!

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