SIEMPRE

lunes, 10 de marzo de 2008

Predicando en el desierto


Pocos lugares quedan en el mundo que inviten a vivir la aventura, que enfrenten al hombre consigo mismo; naturaleza en estado puro.

Esta es la magia del desierto.

Quedar hipnotizado por su belleza, contemplar la salida del sol en medio de su inmensidad tal como lo refleja David Lean en Lawrence de Arabia es una experiencia única, porque en "el desierto sólo se divierten los beduinos o los dioses"

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