¡Qué mejor manera de romper el silencio que con música¡
La música se considera una de las artes mayores y la que más eleva el espíritu. ¿Quién no se ha sentido transportado, arrebatado con una canción? Ciertos acordes tienen ese poder mágico de hacernos sentir etéreos, mucho más espirituales que carnales y quizá se deba a que la música incide directamente sobre nuestro sistema límbico o a que pone en funcionamiento los dos hemisferios de nuestro cerebro a la vez.
Sea lo que sea, cuando la música consigue meterse dentro de nosotros , correr por dentro ,estimular nuestras conexiones neuronales, podemos decir que conocemos el arrebato. Cuando la razón deja paso a la intuición, cuando el control se rompe dando paso a la pasión, entonces es cuando debemos sentir, sólo sentir, y disfrutar de nuestro pequeño, gran arrebato.
Madama butterfly, Puccini.
Romeo y Julieta, Prokofiev.
Un bell di vedriamo, Puccini
Sherezade, Rimsky-Korsakov